Pastelería creativa personalizada en Bogotá, Colombia. Todas nuestras creaciones son elaboradas bajo pedido con mucho amor y dedicación.
Sin duda alguna, las tortas que más disfruto hacer son las que parecen algo totalmente diferente: Una réplica de un carro en 3D, una cámara fotográfica realista, una persona esculpida en torta, otro tipo de comida… Me encanta que las demás personas siempre se sorprenden cuando uno les dice que eso es una torta 😀
El pedido más reciente que hice de ese tipo fue una torta de 15 porciones con forma de hamburguesa y papitas fritas de galleta 🙂
Les cuento que tuve que pensar un rato cómo iba a hacerla porque yo no soy muy partidaria de utilizar cereal para modelar (RKT) dentro de la torta que se va a porcionar. Cuando lo utilizo me aseguro de que sea solamente en las decoraciones porque siempre trato de que la mayor parte de un pastel sea precisamente la masa de torta con su relleno. Entonces no quería que «la carne» fuera en su totalidad cereal para modelar con chocolate, ni que cada capa de la masa estuviera separada de la otra por montones de fondant. Eso la haría demasiado dulce además de que no me imagino lo horrible que se vería cada porción de la torta con trozos de fondant de diferentes colores donde debería ir el relleno 🙁
Así que decidí esculpirla un poco, de forma que las decoraciones (lo que sería la lechuga, textura de carne molida, queso, tomate y tocineta) solamente estuvieran donde iban a ser visibles. También le incorporé algo de chocolate para modelar a todo el fondant que iba a utilizar para que se sintiera un poco menos dulce, además que el sabor le iba muy bien ya que la torta iría rellena de ganache de chocolate blanco. ¡Sí! Era más trabajo pero también era algo que iban a agradecer los clientes. La torta no solo tiene que verse bonita ¿no? También tiene que estar deliciosa 😛
Entonces lo primero que hice fue hornear la masa de jengibre en 3 capas. Horas después, cuando ya no estaban crocantes, las esculpí por separado. Sinceramente no fue mucho lo que tuve que tallar porque la capa superior la horneé en un molde semiesférico y las otras 2 en moldes redondos convencionales. Solo tuve que redondear un poco todos los bordes y la capa del medio la dejé más alta en el centro justo donde la masa iría unida al queso, el tomate y la tocineta de fondant.
No tomé fotos de las masas esculpidas sin cubrir porque en ese momento aún no había decidido hacer esta entrada de blog 🙁 pero viendo cada capa decorada pueden darse una idea de cómo estaba esculpida 😉
Luego cubrí cada capa, primero con ganache y luego con fondant. Las 2 capas que serían los panes las pinté con aerógrafo utilizando amarillo, color piel y café para darles una apariencia real. El ajonjolí lo hice con ganache de chocolate blanco y una manga pastelera una vez se secó el colorante. Me pareció más rápido que hacerlo con fondant.
La capa del medio la cubrí con una mezcla de chocolate para modelar y arroz inflado achocolatado solamente en la parte que sería la carne. Luego pinté esa cubierta con colorante café oscuro diluido y, de esta manera, le di una apariencia más real. Giré la capa para asegurarme de que había quedado bien pintada y la dejé secar así por unos minutos.
En esta foto pueden ver cuando la cubierta de chocolate y cereal se estaba secando. Aclaro que la masa estaba expuesta solamente porque estaba al revés y esa parte iba a ponerse directamente sobre el relleno. Podría haber sellado la masa con un poco de ganache pero no lo vi necesario porque solo iba a ser por unos minutos 😉
Mientras tanto hice la lechuga con fondant verde estirado muy delgado y lo adherí solamente a los bordes de la capa de masa inferior, a la que ya le había puesto una pequeña cantidad de ganache de chocolate blanco, apenas para sellar la masa (crumb coat):
Luego le puse una capa de ganache batida de chocolate blanco (el relleno) y, directamente sobre ella, la capa de «la carne». Así ya tenía 2 capas ensambladas.
En la siguiente foto, entre «la lechuga» y «la carne», se puede ver un poquito del relleno que había entre las 2 capas de masa. Y también se puede apreciar mejor la manera en que esculpí esa segunda capa, la cual tenía esa misma forma antes de sellar la miga con ganache y cubrirla con el chocolate y cereal. La mancha amarilla que se ve a los lados de la parte más alta es por el aerógrafo, pero no llevaba más que un simple crumb coat con ganache:
En seguida estiré fondant amarillo, corté un cuadrado grande y con un cortador grande redondo le retiré todo el centro. Así puse lo que sería el queso directamente sobre la parte de la carne pero no sobre la masa. Luego corté unas medialunas de fondant rojo y las pegué exactamente al borde de esa masa imitando rodajas de tomate. La verdad, no me esmeré demasiado poniéndole semillas al tomate porque no se iban a ver. Igual hice con la tocineta de fondant.
Finalmente puse la última capa de relleno y lo dejé escurrir un poco aprovechando que la ganache batida de chocolate blanco tiene la misma apariencia que la mayonesa 😀
Ya solo faltaba poner la última capa de masa y decorar con tiras de galleta que parecían papas a la francesa.
Les cuento que, con todo y lo perfeccionista que soy, quedé muy contenta con el resultado y lo mejor de todo fue que a nuestra cliente y su novio (el cumpleañero) les encantó la torta. Yo de verdad que después de entregarla quedé súper antojada de una buena hamburguesa.
Espero que no les haya parecido muy difícil entender todo el proceso de elaboración de esta torta. En todo caso, lamento no haber tenido fotos de las masas esculpidas y antes de pintar pero ¡les prometo que para la próxima entrada tomo más fotos! ¿Me perdonan?
Gracias por leerme 🙂
Etiquetas: Bogota, Cereal para modelar, Chocolate para modelar, Fondant, Ganache, Hamburguesa, Pastelería, Pasteles, RKT, Tortas, Tortas esculpidas